- Distancia: 72 Km aprox
- Duración: 6 h 30´ con paradas
- Tipo de camino: Pista, camino y senda.
- Agua potable: Nacimiento del Duero, a la bajada en áreas recreativas
- Tipo de marcha: Circular.
- Mapas: 278/279/316 y 317 I.G.N. (El que dan en turismo de Vinuesa)
Salimos de Vinuesa (Soria), más concretamente del camping Cobijo en el que estamos alojados, y tomamos, a la derecha, la carretera que va hacia la Laguna Negra. Poco antes de llegar al kilometro 8 de la carretera nos desviamos para tomar la Cañada Real Galiana que, aunque es una cañada, se encuentra asfaltada en este tramo. Cuando llevamos unos 3 kilómetros nos encontramos con una bifurcación de la pista cuyo sentido puede ser de bajada o de subida, dependiendo de la época del año y de lo que las autoridades competentes crean necesario. El día que hice la ruta (14 de agosto) la pista de la cabaña (derecha) era la de subida y la de subida tradicional (izquierda) era de bajada.
Al respetar las señales hice algún kilometro más que si voy por la izquierda y encima la subida es bastante más dura, claro que eso lo sé ahora y no el día de la ruta, porque la pista de la cabaña no aparece en los mapas. Después de este rollo seguimos por la bifurcación de la derecha hasta llegar al aparcamiento o control estival de la Laguna Negra. Aquí, como todo el mundo sabe, se aparca cuando hay mucha afluencia de turistas, porque si no hay mucho jaleo se puede subir y aparcar al pie de la laguna. El caso es que si hay actividad se aparca aquí y se puede coger un autobús que sale cada poco tiempo y cuesta un euro para subir a ver la Laguna Negra. Nosotros tomamos la pista tradicional para bajar unos 2 kilómetros hasta un cruce a nuestra derecha, a partir de aquí la pista ya no es asfaltada y comenzamos a subir otra vez. La subida no se hace muy pesada, además, como vamos entre vegetación todo el rato estamos fresquitos. Cuando llevamos ya unos 24 kilómetros desde que saliéramos, llegaremos a un punto en el que nos desviamos de la pista hacia nuestra derecha por coger otra pista que seguimos.
A los pocos kilómetros llegaremos al desvío para acceder al mirador de la Laguna Negra. Seguimos por donde íbamos desde hace un par de kilómetros y hasta la llegada al pico de Urbión, el camino, por llamarlo de alguna manera, está formado por un montón de piedras sueltas de buen tamaño que dependiendo del tramo se hacen más o menos ciclables, llegando incluso a tener que parar un pequeño tramo de unos 200 metros, por que una vez que paras luego no es tan fácil volver a subirte en la bici. Pese a todo, merece la pena hacer estos últimos kilómetros sobre la bici, aunque los últimos 3 se hacen un poco duros por el firme y la pendiente. Una vez pasado todo esto llegamos al pico de Urbión.
Aquí debemos dejar la bici abajo para subir los últimos 70 metros de desnivel andando hasta lo alto del pico, 2.229 metros sobre el nivel del mar, y admirar la vista que desde aquí tenemos, con la laguna de Urbión en primer plano y un montón de montes a derecha e izquierda, que no sabría decir cuales son pero que impresionan desde este punto.
Como el agua se ha acabado y el nacimiento del Duero esta a tiro de piedra -no llega al kilómetro- bajamos del pico y nos dirigimos a nuestra derecha hasta llegar al nacimiento del Duero. Aquí podemos llenar los botes de agua y por qué no comer: en mi caso un bocata de tortilla espectacular. Comemos, bebemos y recuperamos fuerzas para la vuelta.
En un primer momento tenemos que volver hasta el pico de Urbión y aquí volver por donde hemos venido. Las piedras del camino son malas subiendo, pero bajando no se quedan cortas, tenemos que desandar el camino hasta llegar al cruce por el que pasamos en el kilómetro 24, en este momento, podemos desandar toda la ruta y volver por donde hemos venido o como hice yo, tomar dirección a Covaleda por la pista de la derecha. Esta pista va pasando por distintas aéreas de recreo, todas ellas con su fuente (a la subida no encontré ninguna fuente, pero a la bajada las que quieras). Tras unos 15 kilómetros de bajada (algún repecho hay, pero poca cosa) llegamos a Covaleda. Hemos abandonado el monte y llegamos a la carretera, por aquí se pueden tomar caminos que nos llevarían a Vinuesa, pero yo decidí ir por la carretera ya que los kilómetros se iban acumulando, así que primero pase por Salduero, después por Molinos de Duero, después por Vinuesa y, por fin, llegué al camping con casi 72 kilómetros en las piernas, cinco horas encima de la bici, un desnivel acumulado de más de 1400 metros y una sensación de cansancio y placer como de haber luchado con un oso y haberle untado el morro.
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